viernes, 28 de septiembre de 2012




Tomas Ruiz cruzado
(La libertad 1968- Piura - 2001)

Para Alonso Camino y Vicente Montaña
grandes magos que hallé en los desiertos...

He contemplado los abismos como quien mira en quietud
Los juguetes viejos que amamos
nada he amado tanto como aquellas quebradas que miran la nada y el silencio
o el río que viaja amoroso al mar
He detenido mis ojos en los ríos en las cumbres de los ríos
allá donde sólo se ve una pequeña luz de riacho agua o sol
Me he detenido en la hierba y el cielo azul -tan azul que duelen los ojos
y he logrado no verme más: sólo colinas y montañas sólo montes y quebradas...
Años después lo he vuelto a ver todo pero en una risa pequeña
en una mirada tierna y mágica
sintiendo unas manitas como ramas enredándome por la espalda
Y otra vez me he quedado absorto mirando en silencio aquel silencio
Entonces he empezado a amar el árbol y el hombre
la montaña y el hombre el río y el hombre
Y amar al árbol como a un hombre o al cielo como a un hombre
o al hombre como una montaña como a un río
Y danzaba como loco danzaba en la noche y el río
por los campos los desiertos y los bosques
Y la gente me ha señalado con el dedo y arrojado fuera de sus reinos
que no me acerque a sus mujeres y a sus hijos
Y yo feliz corriendo amando a una muchacha
amando un niño amando un árbol amando un río
Y yo feliz porque no soy dueño de nada y la nada no es dueña de mí
sólo estamos ahí como las hojas que se caen de los árboles volando
sólo estamos ahí volando sólo estamos ahí



No llores Para qué buscar mi tumba
Es inútil las flores las plegarias
Estaré en la muchedumbre en el cauce
en la voz que rueda en la pista
No llores y baja a los barrios
donde la vida es un viejo juego a la lucha
donde el té llora la mortalidad del pan
donde las rosas no soportaron un día y se marcharon
donde los pájaros comen arañas
donde las arañas comen gusanos
Ven
Ven a contemplar el nacimiento de un gran río
¡en mis rastros! ¡en mis trastos!



cuando mi ausencia se haga hierba en la arena
Comprenderás las palabras de amor de los orates
Mis reuniones clandestinas con los ciruelos en el mar
Por qué el pañuelo a media hasta en mis labios
Por qué los geranios crecen en las paredes
Por qué los ríos pasan preñados de pájaros
Por qué hasta las cometas hablan con las águilas
Por qué los animales saludan y hablan del amor del mañana
Entenderás entonces que los Wawas no han muerto
y sus almas serán el secreto jardín del extranjero
Y si mañana por A o B yo caigo mi amor no busques mi tumba
Estaré en una pared en ruinas O
en una mano anónima que sale del fondo de la tierra O
en aquella curvada y larga calle O de pie en la puerta del mar

* del libro Elogio a la nada 

TOMAS RUIZ CRUZADO